


En el territorio de Matavén, un pequeño pez acaba de marcar un gran paso para la conservación. Por primera vez, logramos la reproducción en cautiverio de Rineloricaria formosa, una cucha ornamental nativa de los ríos Vichada y Guainía, y orgullo de la biodiversidad colombiana.
Este logro nace de nuestro Proyecto Productivo de Cría de Peces Ornamentales en Cautiverio, iniciado en 2021 en convenio con FUNINDES. En él participan familias indígenas de las comunidades de Pueblo Nuevo Zama, La Urbana y Pueblo Escondido, quienes, desde su conocimiento y vínculo con el agua, impulsan una nueva forma de relacionarse con su entorno: conservando y generando ingresos al mismo tiempo.
De la tradición a la sostenibilidad
Durante generaciones, las comunidades han comercializado peces ornamentales. Pero sin acceso a técnicas adecuadas ni opciones sostenibles, esta práctica ponía en riesgo las especies y sus hábitats. Hoy, ese panorama está cambiando. Creamos el primer laboratorio en Matavén para desarrollar técnicas de reproducción en condiciones controladas. Una vez validadas, estas se comparten con las comunidades, quienes aprenden a reproducir los peces, reduciendo la dependencia de la captura silvestre.
Así, el conocimiento científico se une al saber tradicional para construir una acuicultura sostenible y adaptada al territorio.
¿Por qué es tan importante?
Porque esta pequeña cucha representa mucho más que un pez:
- Ayuda a reducir la presión sobre los ríos, protegiendo ecosistemas vitales.
- Permite conservar especies endémicas.
- Abre camino a nuevas oportunidades económicas sostenibles para las familias indígenas.
Este proyecto cuenta con los permisos oficiales de la AUNAP (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca): comercializar desde la sostenibilidad ya es una realidad en Matavén.
Un camino que recién comienza
El nacimiento de Rineloricaria formosa en cautiverio es más que un hito técnico, es una muestra del poder de la colaboración, del liderazgo indígena y del compromiso con la vida. Desde REDD+ Matavén seguimos caminando con paso firme: conservando la biodiversidad, fortaleciendo a las comunidades y generando modelos productivos que cuidan y respetan el territorio.